jueves, 8 de enero de 2009

Una puerta decorada

La imaginación es lo más importante que se ha de tener en la vida. Siempre dispuesta a prestarnos unos minutos de lucidez... ¿qué digo, minutos? ¡La imaginación nos puede dar una vida! El caso es que, en una escapada a Ceret encontré un curioso coleccionista de cromos. La vieja puerta de su casa está adornada con miles de pegantinas de colecciones infantiles... desde Spiderman hasta mosquitos y mariposas... pasando por todo tipo de pegatina que pueda haber.


1 comentario:

Ana Villalvilla dijo...

jajaj bonita puerta! y el texto sin la U es muy bueno :D