-¡¡¡Hola Rodrigo!!! Estaba esperándote, te he de contar mis memorias. Te encantarán. Para empezar en mi infancia era el más gamberro. Siempre les ponía chicles debajo de la silla a mis compañeros y me castigaban sin patio, pero daba lo mismo. Me decidí a escribir lo fácil. Me gusta sacar las letras de mis textos. Así probé hasta sacar la letra más fácil. Lástima, no la debo escribir… si no este texto no tendría sentido. Ya la sabrás más adelante.
Mi etapa escolar no me pareció difícil. Exámenes fáciles, compañeros (me encantaba ser el jefe) domables, etc. En fin, algo sencillísimo. Llegó el IES Montalbán. “Esto es vida”, pensé: era el mejor de la clase, en baloncesto ganábamos todos los partidos… Pero a mediados del primer trimestre vino al IES Irian. Irian era la más bella de las chicas. Pero a mí no me interesaba el amor… era así de tonto. En mi vida viví más problemas. Todos los chicos intentaban enamorar a Irian, ya llamaban La Bella. Pero La Bella era fría, de tez blanca y pelirroja. Tan fría como el hielo. Todos los tontos colados por Irian me pedían filtros de amor y otras cosas estrafalarias… ¡Hasta el profesor de inglés, Jones (John Jones Jackson, aunque recibía el mote de Indiana o de triple J), se enamoró de ella. Y pasaron años hasta el bachillerato. En los primeros días del tercer trimestre va La Bella y se me declara… La tontería más grande de mi vida: responder no.
Pero ahora, Rodrigo, estoy paseando con ella (y estamos casados)… lo de la vida es innombrable.
La imaginación es lo más importante que se ha de tener en la vida. Siempre dispuesta a prestarnos unos minutos de lucidez... ¿qué digo, minutos? ¡La imaginación nos puede dar una 
